SALAMAT DATANG

domingo, 30 de junio de 2013

Andrés Calamaro, un personaje muy bohemio.

En punto de las 20:16 hrs, el músico argentino Andrés Calamaro salió a escena después de aplausos y adulaciones de parte de los asistentes. El coloso de Reforma estaba parcialmente lleno cuando inicio el concierto con el tema Mi enfermedad. Poco a poco se fueron cubriendo los asientos libres.

Después de un par de canciones empezó a interactuar con el público, que le respondía con aplausos, ovaciones y demás. Un trago de tequila refresco su garganta para continuar.

Ante la presentación del tema Maradona, expresó ampliamente su admiración por el ex futbolista argentino; una secuencia de videos acompaño su interpretación. 

Presentó a su banda conformada por Baltasar Comotto y Julian Kanevsky en guitarras, Mariano Domínguez en bajo, Sergio Verdinelli en bateria y German Wiedemer en teclados. Una presentación bastante subjetiva, amplia y repetitiva. 

Siguieron temas como Gin Tonic, Días distintos, Para no olvidar, Tuyo siempre y Loco.

Compartió su gusto por las fiestas taurinas.

Antes de llegar al final, el tema Sin documentos puso de pie a todo el público que canto y bailo. Finalizo con el tema Los chicos.

"Hasta siempre muchas gracias y que viva México"


sábado, 22 de junio de 2013

Las manifestaciones, sistema de expresión contemporáneo.


Se define como manifestación cualquier “reunión pública, generalmente al aire libre, en la cual los asistentes a ella reclaman algo o expresan su protesta por algo” (RAE). Las manifestaciones sociales, no son nuevas; se tiene conocimiento de una primer protesta popular gracias a los textos de Heródoto, la cual se sitúa en el reinado del faraón Ramsés III en el antiguo Egipto (1166 a.C.), los trabajadores se declararon en huelga por la mermada situación de las raciones diarias de víveres.

Y es así como, después de más de tres mil años, en la actualidad siguen surgiendo manifestaciones, grandes o pequeñas, que por lo regular exigen condiciones de vida igualitarias para los habitantes de cierta región, condiciones con visiones económicas, sociales, educativas, de género y demás. 

Hace veintidós días, en Turquía un país mayoritariamente musulmán (con más de 73 millones de habitantes), se reunieron 50 ecologistas para evitar que se construyera una plaza comercial en el parque Gezi, el cual forma parte de las pocas zonas verdes en la ciudad de Estambul. Fue entonces cuando, de manera represora, las fuerzas policiacas, en un intento por desalojar a los manifestantes, empezaron a hacerlo por la fuerza; esto ocasionó que más personas se unieran a las protestas. “Lo que comenzó como una protesta de medio centenar de personas, se transformó en un movimiento social en el que ahora convergen miles de jóvenes, artistas, escritores, intelectuales e incluso políticos de oposición que tomaron la emblemática Plaza Taksim, en la que se encuentra el parque” (Robles, 2013).



FUENTE: rtve.es


Ocho días después de esta manifestación turca, se unieron los brasileños (más de 196 millones de habitantes) en la ciudad de San Pablo para realizar una cuarta manifestación considerada violenta, con motivo del aumento de tarifa que se ha presentado en el servicio de transporte colectivo, metro y tren (de 3 a 3,20 reales, lo que implica de 1.5 a 1.6 dls). El Movimiento Pase Libre se organizo a través de las redes sociales para lograr reunir a más de cinco mil jóvenes. A esta manifestación, se sumo una más, considerada la más grande desde el regreso de la democracia como forma de gobierno, más de 200,000 personas se reunieron en la terraza del Congreso en Brasilia para exigir que el gobierno invierta más en educación, salud y transporte. Una de las causas de indignación entre la población se relaciona con los multimillonarios gastos realizados para el Mundial de Fútbol que se llevará a cabo el próximo año en Brasil.

FUENTE: Excélsior


Por otro lado, no puedo dejar de lado las situaciones que se viven en México (más de 112 millones de habitantes). Las manifestaciones sociales en nuestro país, es el pan nuestro de cada día. El pasado 10 de junio, se conmemoraron los cuarenta y dos años de El Halconazo, marcha realizada en el Casco de Santo Tomás y en la que 42 jóvenes perdieron la vida en 1971, estos jóvenes pedían la democratización de la enseñanza, una verdadera reforma universitaria y la libertad a los presos políticos. Por este motivo, se realizó una marcha que termino en un enfrentamiento contra aproximadamente 300 granaderos y con 16 detenciones probablemente arbitrarias. De los detenidos, algunos mencionaron que son integrantes de grupos anarquistas. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, aseguró que se evitó al máximo las confrontaciones contra los manifestantes. 


FUENTE: Animal Político

Para el historiador Enrique Condés “recordar este suceso significa entender el riesgo que se corre cuando no hay vías para canalizar las demandas, ni una interlocución adecuada o espacios de diálogo para alzar la voz” (Bautista, 2011).

Sin embargo, en pleno Siglo XXI, “la problemática social surge cuando la manifestación, vía para encontrar solución a demandas vitales a través de la expresión pública, ha perdido su fuerza, además de la capacidad de reacción de la sociedad para hallar nuevas formas estratégicas para que su lucha no desaparezca en el espacio público” (Salado, 2012).

Estas manifestaciones están caracterizadas por la generación de violencia de parte de manifestantes que “toman estás fechas como estandartes para sus propios intereses” (Salado, 2012) y a la vez, se da la represión por parte de fuerzas policiacas, que en un intento de mantener el orden social, convierten el movimiento social en un trágico evento.

Entre las herramientas de defensa y ataque, se presentan los gases lacrimógenos, basura quemada, piedras y balas de goma, cuchillos, bombas molotov, palos y cañones de agua. En cuestión de daños, los hay desde los mobiliarios urbanos, tiendas y colectivos incendiados, actos vandálicos hasta cedes gubernamentales.

Resulta importante conocer las formas de gobierno en un País ya que, con base en ellas, puede considerarse las pertinencias de una manifestación, es decir, qué tan válido es generar manifestaciones para hacer público el desacuerdo del pueblo. En México, por ejemplo, las forma de presión que se han convocado por las minorías que buscan el ejercicio de sus derechos, “son las continuas manifestaciones y marchas que desquician el tránsito, afectan a terceros, generan caos y muchas veces violan la ley. Las autoridades nada o poco hacen porque es un «derecho democrático» y en una democracia no se «reprime»” (Suárez-Íñiguez, 2005).

Es también evidente que los medios masivos cumplen una función específica en este tipo de eventos sociales; por ejemplo, en Turquía, los medios locales han dejado de informar, en Brasil por el contrario, narran, describen y graban segundo a segundo las manifestaciones en las distintas ciudades en que se están dando. En México, suceden las dos cosas. Los diarios nacionales informan cosas selectivas, otros informan de más “hasta en eso se puede distinguir la desigualdad social, ha quién se le atiende y se le da voz en los medios de información; y a quién se le ignora y su voz es callada o descontextualizada” (Salado, 2012).

FUENTE: seniales.blogspot.mx

Las manifestaciones, sin duda alguna, muestran cómo las nuevas generaciones participan, sin embargo es preciso que si una persona decide asistir a una marcha “debe tener un conocimiento de causa, la voluntad de asistir sin imposición alguna” (Salado, 2012) y la razón para ir en defensa del derecho individual y también a nivel sociedad para tener una mejor calidad de vida.

Tanto en Turquía como en Brasil, se ha visto que las opiniones públicas han viajado a través de los caminos, logrando que otras ciudades también convoquen a movimientos que demuestren la participación social y el apoyo a las demandas básicas. En México no pasa así, primero por la centralización de los Poderes Federales, segundo porque cada vez son más manifestaciones pero menos participantes y tercero porque “el abuso de la manifestación como única forma de protestar […] es debido a éste abuso de ocuparla para todo” (Salado, 2012). Lo último puede agradecerse a la opinión pública formada por los medios masivos dominantes que conciben a las manifestaciones como sucesos negativos. Incluso, “los movimientos ven a la manifestación como un objetivo y no como un paso que antecede al otro, se reúnen gritan su inconformidad con el sistema y si los ignoran o no obtienen respuesta se van y hacen lo mismo días después” (Salado, 2012).

Manuel Jiménez enumera cuatro cambios respecto a las manifestaciones en su obra “La normalización de la protesta. El caso de las manifestaciones en España (1980-2008)”, son los siguientes:
  • Las manifestaciones han dejado de ser una práctica con presencia mayoritariamente de hombres. La tendencia de la última década es encontrarnos con tantos hombres como mujeres. Si consideramos las generaciones más jóvenes (las nacidas desde los años setenta), la igualdad es plena. 
  • Los grupos de edades intermedias han pasado a ser los protagonistas de las manifestaciones en un contexto de mayor diversidad de edades y donde solo los muy mayores no están bien representados. 
  • Aunque carecer de estudios sigue siendo un factor determinante de exclusión de esta actividad política, en un contexto de rápido aumento del nivel de instrucción, la sobrerrepresentación de los ciudadanos con estudios superiores se ha reducido. 
  • Ha aumentado la presencia de manifestantes que no pertenecen a ningún tipo de asociaciones y no residen en grandes ciudades. Lo que sugiere un contexto en el que las probabilidades de estar expuesto a estrategias de movilización o las oportunidades de participación no dependen, tanto como antaño, de los contactos organizativos o el tamaño del lugar de residencia. 
Las manifestaciones deben estar consideradas como estrategias que se ocupan en momentos oportunos para que su importancia y simbolismo sean expuestos con mayor fuerza; es un medio para que las autoridades pongan atención y oigan las peticiones de los demandantes que pertenecen al pueblo al que teóricamente, a través del ejercicio democrático, sirven. La finalidad de estos eventos sociales debe estar sujeta al acto de negociar y llegar a soluciones. Es recomendable que los movimientos cuenten con un líder (individual o grupal) y un comité organizador con el objetivo de que generen dirección y orden a todas las actividades que se pretenden concretar.

FUENTES DE REFERENCIA
Bautista, V. (10 de Junio de 2011). Conmemoración de El halconazo, 40 años de ganar la calle. Excélsior. 
RAE. (s.f.). Reael Academia Española. Recuperado el 2013.
Robles, L. (2013). Los jóvenes turcos si tienen voz. Domingo , 28-32. 
Salado, L. (06 de Diciembre de 2012). Facultad de Filosofía y Letras. Recuperado el 22 de Junio de 2013, de http://www.filos.unam.mx/CNEPJ/categoriaA/La_manifestacion.pdf 
Suárez-Íñiguez, E. (2005). La verdadera democracia. Las características indispensables. Revista de Estudios Políticos , 161-177.

miércoles, 19 de junio de 2013

Recordando el 85

"El 19 de septiembre de 1985, la Ciudad de México sufrió una de las peores tragedias de su historia. Eran las 7 de la mañana con 19 minutos, cuando un sismo de 8.1 grados en la escala de Richter, con epicentro en los límites de Michoacán y Guerrero, estremeció al Valle de México"


Laura, platícanos ¿Cómo viviste el temblor del ‘85?
Fue algo muy triste, muy feo, hubo muchos muertos. Yo salía de mi casa rumbo a mi trabajo y todo era un caos, se movía todo, la gente corría de un lado para otro. Fueron momentos difíciles, hubo muchos muertos. Llegué a mi trabajo, enfermos en el patio del hospital, afuera en el estacionamiento, pacientes de cardiología fallecidos, una cosa muy triste  que no desea uno que volviera a suceder.

Nos comentas que tú saliste de tu casa para tu trabajo... ¿En donde vivías o vives y qué hospital es en el que tú estabas trabajando?
Yo vivía en la colonia Popotla, en las calles de Mar Egeo, de ahí salí para dirigirme a mi trabajo que se encuentra ubicado en el Hospital Central Militar de Periférico.

¿Cómo fue la situación que se vivió en el Hospital? Particularmente, nos comentas que hubo pacientes, en este caso de la sala de cardiología, que ya estaban en el estacionamiento o fuera del hospital, ¿Cómo eran los cuidados? 
En ese momento había muchas enfermeras atendiendo a todos los pacientes de cardiología, pacientes delicados. Un momento muy crítico, yo vi muy buena atención, todo mundo corría con desesperación para que no hubiera más muertos de los que ya estaban llegando a ese nosocomio. Fue una situación muy difícil que se vivió en ese momento.

Este terremoto fue de tipo trepidatorio y oscilatorio a la vez, se estima que liberó una energía equivalente a mil bombas atómicas de 20 kilotones cada una. 

Según cifras que se han manejado de manera oficial, las víctimas en muertos son entre 3692 y 4000 ¿Tú crees que esta cifra sea totalmente cierta?
Pienso que no, fueron más personas porque en una Unidad Habitacional como es Tlatelolco se calló el edificio Chihuahua, teniendo una capacidad de 10 pisos o un poco más, hubo muertos en la colonia Roma, todo lo que es el Centro, en el Hospital Juárez que ahí se calló por completo, había pacientes internos, médicos, enfermeras… pienso que fueron más que la cifra que relatan.

Laura, cuéntanos si tú tuviste alguna experiencia cercana, algún familiar, amigo, conocido tuyo ¿Falleció en esta tragedia?
Sí, mi cuñada y mi cuñado, fallecieron en el Hospital Juárez junto con su hija, exactamente en el momento que fue el temblor, a las 7:19 de la mañana.

¿Por qué razón se encontraban ellos en el hospital?
Porque la pequeña estaba hospitalizada de unos días antes y sus padres fueron a verla y en ese momento preciso tembló y ellos quedaron ahí.

¿Qué edades tenían tus cuñados y la niña?
Pues aproximadamente unos 25 años y la niña recién nacida unos… meses, no, ni meses, días.

¿Cuál era la función que desempeñabas en el Hospital Militar?
Como secretaria médica.

¿Y cuál fue tu apoyo para esta tragedia?
Pues en ese momento, las funciones eran de todo: enfermería, trabajo social, en búsqueda de pacientes que llegaban ahí de otros lugares, era un cupo saturado.

¿El Hospital tuvo algún daño físico?
No, que sepamos no.

¿Hubo personas que fallecieron en el Hospital a causa del sismo?
Si, algunos pacientes de cardiología, gente en shock, pero muertos de cardiología.

Laura, este fin de semana se sintió un temblor en la Ciudad, con epicentro en el sureste de la Ciudad de Huitzuco Guerrero, aproximadamente pasando la media noche y según el Sismológico Nacional fue de 5.8. Al día siguiente en las redes sociales se comentaba que la forma en que se había presentado este sismo era muy parecida al 85, ¿tú qué opinas?
Pues casi… casi fue parecido, pero no. Jamás se va a olvidar ese año del 85, sí estuvo fuerte, fue una cosa muy fea, porque fue un temblor rápido y fuerte.

¿Consideras que nuestra Ciudad, las zonas más sismológicas de la República, están totalmente capacitadas para llevar a cabo un plan de evacuación?
Algunas ciudades sí, aquí parece que en el Distrito Federal ya está mejor la situación. Pienso que en lo regular en los estados donde son los epicentros, que son los estados de Guerrero, Oaxaca y Michoacán, ya están en alerta, tienen sus alarmas y todo.

¿Qué sugerencia le darías a la población para tener cuando se está dando un sismo?
AlTener sus papales a la mano, sus credenciales de identificación, tener una maletita con sus cosas personales para en un momento dado evacuar e ir a los albergues, porque en ese momento, todo se pierde. 

Laura, te agradecemos mucho tu tiempo.
Gracias.




domingo, 16 de junio de 2013

La Iglesia y sus ganancias

"No perdamos la fe, necesitan nuestro dinero"

Dieron las seis de la mañana y el ruido de la llovizna se escuchaba a través de las ventanas de mi sombría alcoba. Estire mis brazos para silenciar las alarmas que en conjunto me despertaron del sueño, el reloj y el celular. Cerré mis ojos y active nuevamente la alarma, esta vez, desperté a las ocho de la mañana, tiempo exacto para reanimar mi mente dormida y mi cuerpo amodorrado.
Tomé una ducha con agua caliente, después de acicalarme con un vestido, sobresaliente por el origen, me dispuse a cepillar mi cabello y a cubrir un poco las ojeras resultantes de los desvelos escolares. Salí de mi casa acompañada de un hombre que funge como taxista, en menos de veinte minutos llegué a mi destino, en donde estaba mi hermano esperando en su chatarra de vehículo, subí y sentía que los pocos pedazos de vidrio podrían romperse con tan sólo pasar un tope a velocidad alta.
Llegamos al Cerro del Tepeyac, donde estarían en espera de la presencia de mi hermano. Corriendo entre cristianos, vendedores y demás, llegamos a tiempo. La primera molestia fue caminar con tacones en el suelo mojado. La segunda inconformidad fue cuando me notificaron que no podría pasar al bautisterio, sólo dan acceso a tres personas. Con cara larga y molesta me resigne a sentarme en la Basílica Antigua.
Cuando entre a la Basílica, una señora de edad avanzada muy amablemente me entregó un sobre que decía “gracias porque con tu donativo ayudas a restaurar mi templo” y dentro venía una hoja pequeña donde podía escribirse las intenciones de una misa comunitaria, más abajito solicitaban la fecha y la cantidad de tu donativo, la señora me indico donde estaba el contenedor de estos sobres y fui a tomar asiento.
Decidí dejar el sobre en la banca y camine hacia la puerta principal, lo primero que observe fue el muestrario de folletos que claramente, en grande y con rojo decía “estos folletos no se regalan”, un cuidador me indico por donde era la salida. Antes de salir, hay una tienda donde se puede adquirir imágenes y cualquier tipo de accesorio religioso. Me sorprendí al ver una lámpara o algo parecido con un costo de $950.00.
Camine de nuevo al bautisterio a esperar. A lado se encontraba la oficina parroquial, un cartel informativo sencillo detallaba los requisitos y las modalidades para bautizos comunitarios. Entonces pensé –no me he equivocado, la Iglesia es sin duda alguna una Institución–, una institución teóricamente social que tiene su origen en las necesidades universales de los hombres.
El pensamiento de Marx en relación a que la religión evita que las personas se esfuercen por encontrar soluciones a los problemas sociales y que el hombre puede ser dominado política, económica y socialmente, vino a mi mente cuando tuve en mis manos ese sobre que ayudaría a la restauración del templo. Consideré en dejar algunas monedas, pero pensé –si no entrego dinero, ¿no soy digna de una petición?–.
Así que seguí esperando. Después de casi dos horas de una tediosa espera, nos dispusimos a salir de ahí. En el andar de regreso a la chatarra automovilística, observé que todo era negocio: desde un llavero hasta cuadros de más de dos metros, toda imagen religiosa tenía un precio, no era necesario preguntar.


Guardé mi hermosa y frágil cámara en mi mochila. Y en el trayecto largo de esquivar topes, carros y peregrinos, me cuestionaba –¿qué tan importante es diferenciar la religión de la Institución Católica, mejor conocida como Iglesia? –, es decir, ¿las oraciones y plegarias dependen de un par de monedas o en que se sustentan?